ÉXODO 162-163

so de enriquecimiento masivo ha inflado sus activos financieros e inmobiliarios y les ha permitido mantener un alto nivel de vida y pocas deudas. En especial, el 1% más rico (0,2 millones de hogares) ha aumentado su fortuna a un ritmo diez veces superior al del PIB, acumulando al final del período una masa patrimonial por encima del billón de euros. • En el otro extremo se sitúa el 25% más po- bre (4,7 millones de hogares), o clase baja, que desde 2014 registra un patrimonio me- dio negativo (mayor volumen de deudas que de activos), con los consiguientes efectos de inseguridad familiar y empobrecimiento de las condiciones de vida. Este sector ha sido el más castigado por los desahucios de vi- vienda y actualmente casi tres cuartas par- tes viven de alquiler, cuyas elevadas cuotas pasan a engrosar el patrimonio de las fami- lias más ricas. • Las clases intermedias (entre los percentiles 25-90) abarcan la mayor parte de la pobla- ción española (12 millones de hogares). Su patrimonio medio ha aumentado sólo un 6% en euros constantes entre 2002 y 2020. Sin embargo, internamente registran una no- table polarización entre la clase media-alta (percentiles 50-90: +12%) y la media-baja (percentiles 25-50: -18%). Más de la mitad de estos hogares de clase media tiene deu- das pendientes. Las sucesivas encuestas del Banco de España recogen los vaivenes coyunturales de la acti- vidad económica, pero, sobre todo, confirman un hecho social mayor: la creciente desigual- dad en el reparto de la riqueza. Un hecho que, por sí solo, deslegitima la política económica de los sucesivos gobiernos, incapaces de ase- gurar “una distribución de la renta más equi- tativa”, como proclama el art. 40 de la Cons- titución. El momento de mayor ensanchamiento de la des- igualdad tuvo lugar a raíz de la crisis iniciada en 2008, muy especialmente entre 2011 y 2014, que corresponde con la primera legislatura de Maria- no Rajoy, cuyas políticas económicas provocaron una pérdida del 37% del valor patrimonial de las clases baja y media-baja, seis veces más que la sufrida por el conjunto de las clases alta y me- dia-alta (-6%). Más recientemente, asistimos a otra gran crisis provocada por la Covid-19 y la posterior guerra de Ucrania y, aunque todavía es pronto para co- 116 ACTUALIDAD

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