ÉXODO 149

pobrece y expulsa de sus tierras. Arruina- dos, emigran a las ciudades o al primer mundo. En el tránsito, unos pierden la vida y los que llegan se convierten en legión de nuevos pobres hambrientos en los países ricos. ¿No es hora de romper este círculo diabólico? La siempre lúcida mirada de Pedro Casal- dáliga apunta una salida: “el derecho al río”. Comenta que el hambre no espera: a quien tiene hambre, hay que darle de comer y, luego, vendrá lo de la caña y enseñarle a pescar, pero más allá y más importante to- davía es afirmar su “derecho al río”. Este planteamiento supone dignificar hasta la recogida de alimentos, dado que no se re- parten/reciben por conmiseración sino por justicia restitutiva de tantos derechos que se les han confiscado injustamente durante tanto tiempo: derecho a trabajo digno, de- recho a la vivienda, derecho a una alimen- tación suficiente y de calidad, etc. Dignidad de ciudadanía proclamando derechos. Esta ha sido la línea de trabajo de la P.A.H: de- sahuciados luchando con dignidad por el derecho ciudadano a la vivienda. Algo que no ha conseguido todavía la plataforma de la Carta contra el Hambre en su moviliza- ción de las bases sociales. ¿PARA CUÁNDO UNA CARTA CONTRA EL HAMBRE EN MADRID? En estas fechas termina la legislatura 2015-2019 en la CM (Comunidad de Ma- drid). Tiempo de trabajo frenético para la iniciativa social de La Carta contra el Ham- bre, que ha concluido en abril de 2019 en la III Conferencia contra el Hambre, en Ge- tafe. Muchos esfuerzos se centraron en la elaboración de la Iniciativa Legislativa Mu- nicipal (I.L.M) de Garantía del Derecho Bá- sico a la Alimentación en la Comunidad de Madrid, aprobada por cinco grandes Ayun- tamientos (Madrid, Fuenlabrada, San Fer- nando de Henares, Móstoles y Getafe) y presentada en la Asamblea de la Comuni- dad de Madrid. Por un voto de diferencia (suma de PP y Cs frente a PSOE y UNIDOS PODEMOS) no se admitió ni a debate. ¿El resultado ha merecido tanto esfuerzo? Sí, si atendemos al camino y a los aprendi- zajes realizados. El primero, la apertura que ha supuesto el contacto y el trabajo conjun- to con otros actores sociales que se han ido sumando al proyecto, aunque no formen parte formalmente de la Plataforma de la Carta contra el Hambre. Así, la relación con el movimiento agro-ecológico ha supuesto un enriquecimiento mutuo: a éste le ha per- mitido introducir en su estrategia el “dere- cho a la alimentación”, y la propia platafor- ma de la Carta ha introducido la perspectiva agro-ecológica como elemento imprescindi- ble que da forma y, a la vez, transciende el “derecho a la alimentación”. También los Consejos de Salud, como el de Carabanchel, ya consideran la malnutrición como un ob- jetivo de intervención comunitaria. Repiten, casi como lema, que la acción conjunta pue- de aportar iniciativas que abren perspecti- vas de cambios efectivos en salud y alimen- tación. En segundo lugar, la III Conferencia contra el Hambre ha mostrado un amplio consenso sobre la necesidad de aprobar una ley de Garantía Alimentaria, tanto por eficacia normativa como por la novedad que supon- 4

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