Revista Colegio Inmaculada Concepción. Agustinas Misioneras. Curso 2020-2021

/ 7 / Comunidad Educativa - 131 Aniversario La vida como oportunidad Desde las páginas de esta revista quiero salu- dar muy cordialmente a todos los miembros de la Comunidad Educativa del Colegio Inmacu- lada Concepción de Madrid. Estamos cerrando 131 años de historia. Una historia cambiante, dinámica, en la que el Colegio trata de adap- tarse a las exigencias de los tiempos, igualmen- te cambiantes, sin perder su esencia ni su esca- la de valores. El pasado constituye nuestra herencia, nuestra historia, mas no para rendir culto a las añoran- zas, sino para reavivar la llama que sigue viva bajo las cenizas del paso del tiempo y hacer ar- der de nuevo la pasión por la vida. Somos responsa- bles de construir la historia, no solo de narrar los hitos conseguidos hasta ahora. Acabamos de pasar un año 2020 que muchas perso- nas quisieran borrar de su biografía; sin embargo, ahí está, formando parte de la misma. Y hoy podemos decir que, después de una experiencia de desolación, aislamiento y muerte, como dice un profesional de las ciencias humanas… ”estamos más cerca de la norma- lidad, del encanto de la rutina, de la vida espontánea. Tenemos que reconocer que, si algo nos ha sostenido es la fuerza interior, la confianza y esperanza en Dios, que no se ha desentendido de nuestra historia ni se le ha escapado de las manos”. Por eso debemos decirnos con voz firme y con convic- ción que este es un tiempo para la esperanza, no una esperanza ingenua que todo lo confía a un golpe de buena suerte, sino una esperanza teologal fundamen- tada en la confianza en Dios que cuida de nuestra his- toria, y en el tesón y esfuerzo personal para superar cada día las dificultades que se presentan en el camino. Hemos sido testigos, en estos tiempos hostiles, del esfuerzo y perseverancia de los padres de familia en sostener la formación de sus hijos venciendo una hi- lera de dificultades cada día, de la colaboración de los alumnos desde los más pequeñitos hasta los bachi- lleres esforzándose en el trabajo y aceptando pautas orientativas, de la dedicación de los docentes, que sin primar sus propios agobios, han estado muy atentos a las necesidades de sus alumnos, del personal admi- nistrativo, que ha visto intensificar su trabajo. En fin, de una actitud de la comunidad educativa como tal, que ha conseguido que hagamos de nuestros tiem- pos, tiempos mejores. Por todo ello quiero darles mi más sincero agradeci- miento. La comunidad de hermanas Agustinas Misio- neras ha estado muy atenta y solidaria con cuantas situaciones hemos podido aliviar, intensificando tam- bién la oración de la que todos hemos sido partícipes. El proyecto de la educación de la niñez y juventud si- gue siendo merecedor de nuestros mejores esfuerzos. “ Nunca es tarde… ” rezaba el lema del curso que ter- mina. Nunca es tarde para hacer un hueco a la espe- ranza, nunca es tarde para darnos otra oportunidad, nunca es tarde para saber que la fraternidad es un valor que cohesiona la vida y suma siempre. Nunca es tarde para volver a empezar. Tampoco es tarde para desear de corazón a cada uno de ustedes un feliz descanso de verano, un tiempo familiar armónico y recuperador y que podamos co- menzar un nuevo curso con ilusión crecida y con fuer- za y entusiasmo para conseguir los objetivos que nos tracemos. Un afectuoso saludo. Hermana María Paz Martín Representante de la Titularidad

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