ÉXODO 158

E E L esfuerzo en el camino tiene su re- compensa al culminar la cumbre. Quizá más satisfacción en cuanto mayor esfuerzo, pero, seguro, mayor de- cepción al descubrir que la ruta tomada estaba desencaminada. ¿Todo el esfuerzo en vano? Sí, si no se aprende nada del error y no se es capaz de reconducir la vía. Quizá esta metáfora sea de aplicación en momentos que obligan a repensar tanto los caminos trazados como las metas pro- puestas. Des-andar lúcidamente los extra- víos implica un sobresfuerzo al reconocer el fracaso colectivo civilizatorio impuesto desde los intereses y la concepción del progreso capitalista en los últimos siglos. Modelo de falso progreso que ha atentado contra la integridad de la persona, de las comunidades y sus culturas multiformes y de la propia naturaleza. Contra ese modelo del beneficio económico a toda costa (de la persona, la comunidad, la uniformidad y la naturaleza) se han empezado a re-pen- sar otras formas de asentarse en la vida personal y comunitaria multidiversa y en mayor conjunción con la naturaleza. Hoy día asistimos, como nos recuerda José Arregui en palabras de K. Jaspers, a un “nuevo tiempo axial”, que se abre a la gra- cia de descubrir el misterio de lo real en su hondura al precio de padecer la orfandad hasta que se nos abran los ojos y el cora- zón vuelva a latir. Su onda expansiva alcan- za a “desmitificar la misma imagen de Dios” para que el creyente sea capaz de asumir su silencio o su ausencia. En térmi- nos más analíticos, Jesús Sanz Abad pro- pone una mirada dual pre-covid y post-co- vid sobre el contexto geopolítico, el papel de los Estados, las repercusiones en el mundo del trabajo y la situación de la emergencia climática. ¿Hacia dónde empe- ñaremos nuestro compromiso para orien- tar la salida? No, no es fácil re-conducir la vida hacia el bienestar general y que tenga en cuenta a minorías. El recorrido hasta la reciente aprobación de la denominada ‘ley trans’ lo muestra. Si el reconocimiento legal de las identidades sexuales y su realización hetero u homosexual en el matrimonio aún no ha calado en ciertos sectores sociales, entre los que se encuentra la posición de la igle- sia, el reconocimiento del género sentido sobre el asignado socialmente necesitará aún más tiempo pero, al menos, la ley ya impide su discriminación. Como afirma A. Antón, en España el ‘colectivo trans’ está de enhorabuena, aunque resten otros mu- chos objetivos por cubrir. Entre ellos, aun- que parezca mentira en el siglo XXI, el no reconocimiento real, no ya de una minoría, sino de la mitad de la población mundial, ni EDITORIAL “Tener un sueño” Des-andar los extravíos y re-conducir solidariamente la vida

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