ÉXODO 153

Lo individual y lo colectivo se combinan hoy en avanzar en la misma dirección y en asumir la problemática actual, aunque el día de mañana pueda ser diferente. Se empoderan de forma diversificada como si fuesen los nuevos actores de nuevas políticas y de religiones no ins- titucionalizadas. Las redes de internet les abren espacios, las calles les acogen a pesar de las agre- siones y de la violencia. Corren, caen, se levantan y continúan tejiendo, siempre tejiendo, la historia, incluso cuando pa- recen que están desguazándola. Más allá de la Política y de la Religión que no cuidan de los cuerpos reales, esos movimientos anuncian algo que va más lejos de ellos mismos, algo que apunta a la realidad de la ética del “tuve hambre y me disteis de comer”, “estaba desnudo y me vestisteis”, “estaba sin casa y me acogisteis”, “sin tierra y me ayu- dasteis a conquistarla” . El corazón de carne parece enfrentarse de nuevo a las viejas estructuras de piedra que ya no son capaces de albergar el amor convir- tiéndolo en algo frágilmente real. Hay una preocupación creciente por rehacer lazos, por rehacer caminos simples de cara a mantener la vida en su materia- lidad y simbología cotidianas. He ahí lo que esos empoderados/as, cual ‘luciér- nagas’ actuales, parecen estar anuncian- do con sus luces instantáneas en medio de la noche oscura. Algo está llegando y poco a poco está rehaciéndose un nue- vo tejido para la Religión y la Política con la vista puesta en nuestras vidas re- ales en este espacio y tiempo reales que constituyen nuestro hoy actual. 39

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