ÉXODO 153

Rasgamos el paraguas patriarcal. Él no nos protege ya de las tempestades y de los huracanes de la vida. Las heridas en nuestros cuerpos muestran la inoperan- cia de sus promesas, los límites de su teoría y la violencia de sus órdenes apa- rentemente sanadoras. Estamos buscando una tradición de fe performativa y no una magia que sus- tente nuestra alienación y nuestra im- potencia mantenida por los privilegiados poderes patriarcales de este mundo. A partir de esa situación, irrumpe hoy en América Latina un tipo de poder y de fraternidad y sororidad por encima de las instituciones oficiales de la política y por encima de las instituciones oficiales de la religión. Y todo eso ante el agota- miento de las posibilidades de los par- tidos políticos y de las religiones insti- tucionales en el afán de mantener cada una a su manera sus tradiciones, sus je- rarquías, sus beneficios y sus alianzas de acuerdo con ciertos intereses indivi- duales y corporativos. A partir de nuestros grupos y de lo co- tidiano nos preguntamos, por ejemplo, ¿qué es ser cristiano hoy? No existe una única respuesta ni tampoco una que sea plenamente satisfactoria y válida. Se nos invita a enfrentarnos al real pluralismo del mundo y retomar la comprensión del Cristianismo como un fenómeno plural en condiciones de ser reinterpretado de nuevo por los grupos populares, por los artistas, por los literatos, por los jóvenes. Una nueva interpretación, que toca las cosas más importantes de la vida y de la tradición, ha irrumpido mostrando que las Iglesias no son ya las únicas herede- ras dela sabiduría bíblica y de la tradición de Jesús. Surgen reinterpretaciones en 36 A FONDO

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