ÉXODO 153

rePensar nUestros concePtos PolítIcos y relIgIosos Ante la complejidad de esos poderes en beligerancia en el momento histórico ac- tual de América Latina estamos llama- dos/as a repensar de nuevo nuestros conceptos políticos y religiosos, a no to- marlos como tradiciones inmutables o adquisiciones tranquilas de uso continuo en nuestro día a día. En esta línea pro- pongo comenzar a título de introducción y como ejemplo que merece la pena pre- cisar, aunque sea de forma breve, lo que nos sugiere la palabra poder por más persuadidos que estemos de que la co- nocemos bien. A partir de ella debería- mos trabajar otros conceptos para que nos re-apropiemos de los significados que estamos confiriendo a muchas pa- labras que usamos a diario. La pregunta es simple y directa: ¿qué significa para nosotros este concepto o aquel otro? ¿QUé es ProPIamente Poder? ‘Poder’ es un término cuyo origen latino viene de possum , y significa ‘ser capaz de’. Es una palabra que, por lo tanto, puede ser aplicada a diversas definicio- nes y áreas de la vida corriente. Corres- ponde a algo en nosotros sin lo cual no nos mantenemos vivos. ‘Poder’ es verbo, es sustantivo y es adjetivo de múltiples sentidos y de múltiples historias. El poder tiene dioses, clases, colores, sexos, gé- neros, culturas, grupos, individuos, que actúan en diferentes situaciones y di- recciones. El poder es material, simbólico, espiritual, público, privado. El poder se da siempre en alguna persona, en seres, en cosas. No tiene existencia en sí como si pudiese ser afirmada como entidad se- parada de personas y cosas. Poder es el mundo, somos nosotros –animales, ve- getales, minerales– expresando cada cual a través de una energía específica su manera de vivir. Desde el ‘yo puedo’ an- dar, leer, hablar, escribir hasta el ‘pode- mos hacer’ leyes, armas, guerras y sus negativas que son igualmente formas de poder, hay que repensar nuestros pode- res sociales. Un Poder PolítIco y relIgIosodIversIfIcados, banalIzados y con múltIPles manIfestacIones Vivimos un ritmo desacompasado, una arritmia, un bloqueo en el pensamiento y en la acción, en los ideales y esperanzas que tocan nuestro poder diversificado. Por eso, hoy, reclamamos de nuevo el significado de su existencia, de sus vi- vencias y la comprensión de sus múltiples manifestaciones especialmente cuando se trata de política y de religión. Algunos dicen que tienen más poder que otros, al tiempo que otros piensan que no tienen poder alguno. Algunos aprecian el poder político y otros sostienen que es algo sucio, que corrompe, que apa- siona egoístamente. De modo que ‘el po- der’ especialmente en su forma política 29 estamos llamados/as a repensar de nuevo nuestros conceptos políticos y religiosos

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