ÉXODO 153

el poder constituido, están también in- ternamente divididos. Conllevan múl- tiples tendencias y sub-tendencias, ex- presando representaciones populares en conflicto, lo que aumenta todavía más su fragilidad. El mismo fenómeno de división se da en las instituciones de la religión. Igle- sias cristianas apoyan directa o indi- rectamente políticos y partidos, si bien no en toda su integridad. Apoyan ten- dencias, facciones, grupos que son eco de sus posturas. Hacen alianzas con unos y otros, visto que las divisiones internas se hicieron ‘legión’ también dentro de las iglesias, tentando cada una de ellas buscar su espacio a costas del pueblo. Se pelean ferozmente entre sí cada una en nombre de un ‘dios to- dopoderoso particular’ capaz de defen- 27 Pensar en las relaciones entre el poder político y el poder religioso no es novedad en américa latina

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