ÉXODO 153

su liberación. Ese amanecer tuvo gran significado y esperanza: la Revolución Cubana con su gesta libertadora, los movimientos sociales y la Revo- lución Sandinista. Surgieron movimientos sociales no-violentos que buscaron la resistencia social, cultural y política en el continente, como el MST –el Movimiento de los Sin Tierra–, en Brasil, con propuestas de desarrollo, educación, recuperación de tierras para quienes la trabajan. La lucha de los orga- nismos por los Derechos Humanos en Argentina; Chile con la Vicaría de la Solidaridad; en Chiapas con los pueblos originarios y el apoyo del obispo de San Cristóbal de las Casas, Mons. Samuel Ruíz; en Ecuador en el Chimborazo junto a los indíge- nas, Mons. Leonidas Proaño. En El Salvador con Mons. Oscar Romero. En Haití, el movimiento de mujeres en defensa de los DDHH. Guatemala con el movimiento de mujeres de Conavigua… entre muchos otros movimientos y organizaciones so- ciales de resistencia en todo el continente. Surgieron líderes como Fidel Castro, Hugo Chá- vez, el Che, Sandino, José Martí, etc. Más recien- temente Lula, Evo, Pepe Mujica, quienes forjaron nuevos caminos por la liberación de sus pueblos. Estos líderes sembraron la semilla de la resis- tencia y la esperanza en que otro mundo es po- sible… La Paz no se regala, se construye. Desaparecidos los grandes mitos latinoame- ricanos (el Ché, Fidel, Mariátegui, etc.), ¿dónde encontrar actualmente el nuevo rostro del so- cialismo latinoamericano?, ¿por dónde van ahora los movimientos de transformación del continente? En el momento actual los movimientos sociales no buscan un liderazgo, surgen muchas veces espontáneamente y por necesidad de ser prota- Entrevista 23

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