ÉXODO 118

66 Y Carlos Alfonso Comín expresaba lo mismo en su vida y en su libro Cristiano en el partido, comunista en la Iglesia. 4ª En conclusión. Si tuviera que plasmar en una imagen viva y cer- cana la presencia profética de estos sacerdotes ferrolanos en medio de su pueblo y la referencia ejemplar que su testimonio ofrece a la reno- vación de la Iglesia de hoy, lo haría con el samaritano del Evangelio. Es verdad que en el Nuevo Testamento aparecen varios samaritanos y nin- guno es oficialmente religioso. Me refiero principalmente al samaritano que se compadece del hombre apa- leado y abandonado al borde del ca- mino y decide ayudarle. Inspirado en esta imagen, el már- tir Ignacio Ellacuría, siguiendo a su maestro al filósofo Zubiri, describe con brillantez los tres momentos de la praxis profética cristiana: El primer momento para hacerse cargo de lo que está pasando en su entorno, en su ciudad, en el mundo. Es el VER las cosas con amor y com- pasión porque “solo el amor es quien ve la realidad”. En este campo se si- túa el primer paso de estos sacer- dotes ferrolanos. El segundo momento para car- gar con la realidad, lo que implica romper con la inercia y la distancia con las víctimas por prejuicios o ra- zones ideológicas. Desde aquí se en- tiende perfectamente el elogio que José Martí, héroe de la independen- cia cubana, hace de Karl Marx: “por- que se puso del lado de los débiles, merece honor”. Así fue la praxis de los seis del Ferrol. Y el tercer momento para encar- garse de la realidad contribuyendo a la liberación de las opresiones y co- menzando por las más básicas, la li- bertad y el hambre, porque, como afirma Erns Bloch, en un mundo ex- plotado y empobrecido “el estóma- go es la primera lámpara que recla- ma su aceite”. En definitiva, la presencia de es- tos seis protagonistas está marca- da no solo por el tipo de personas que son, sino también por el con- texto global y local que les exige una presencia samaritana en la ciu- dad. Parafraseando el juicio que ha- ce el teólogo Robira Belloso sobre Alfonso Carlos Comín, coetáneo (co- mo otros lo fueron en contextos dis- tintos: (Diamantino, Julio Lois, Díez Alegría, etcétera.), estas personas “nunca llevaron la fe de modo ver- gonzante sino alegre y militante… fueron una presencia fresca y pro- fética en medio de la crueldad de una dictadura implacable; tuvieron hondura ética suficiente para ser una presencia estimulante en medio del pueblo excluido y una voz proféti- ca y referente para el testimonio cris- tiano de todos los tiempos”. ACTUALIDAD LIBROS Estas personas “nunca llevaron la fe de modo vergonzante sino alegre y militante… fueron una presencia fresca y profética en medio de la crueldad de una dictadura implacable; tuvieron hondura ética suficiente para ser una presencia estimulante en medio del pueblo excluido y una voz profética y referente para el testimonio cristiano de todos los tiempos”

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