ÉXODO 117

de la PAH. Hoy hay más de 60 pla- taformas locales en toda España y es que todas las herramientas están diseñadas para su reproducción en cualquier lugar. La PAH no surgió de la nada, sino de un grupo de per- sonas vinculadas a la experiencia de “ V de vivienda” , movimiento social nacido en 2006 a partir de un correo electrónico anónimo que circuló por la red convocando a los jóvenes a hacer una concentración de protes- ta en las principales plazas de las ciudades del Estado para exigir el de- recho a una vivienda digna. Internet fue y es el medio de organización, la misma forma de surgir y funcionar que han adquirido los nuevos movi- mientos sociales de “Democracia re- al YA” y el “15M”; similitudes que junto con la convergencia en los ob- jetivos ha propiciado una fuerte ar- ticulación entre ellos. V de Vivienda hizo un gran aporte renovando el lenguaje y los códigos utilizados has- ta el momento por los movimientos sociales tradicionales. Su fuerte, como recuerdan Ada y Adriá, fue la capa- cidad de conectar con la opinión pú- blica mediante campañas directas e imaginativas; así fue el lema de la primera manifestación: “ No tendrás casa en la puta vida ”; o la creación del Superhéroe, que irrumpía, en los mítines de los candidatos en las elec- ciones municipales de 2007, con el artículo 47 de la Constitución inscri- to en el dorso de su capa para de- nunciar la mercantilización de la vi- vienda y los esfuerzos sobrehumanos que tienen que hacer los ciudadanos para sobrevivir en unas ciudades ca- da vez más caras, inaccesibles y excluyentes. El relato de este drama social es, para Ada y Adriá, “ el resultado de una legislación anacrónica, que es prácti- camente una versión contemporánea de la esclavitud: los que en una oca- sión cometieron el error de firmar una hipoteca, quedarán condenados fi- nancieramente de por vida (…) Al des- ahucio se le suma una condena fi- nanciera que se transforma en una condena a la exclusión social: la per- sona podrá se embargada de por vi- da (nóminas, cuentas bancarias, he- rencias, etc) y tendrá serias dificultades para llevar una vida digna, ya que al aparecer en el listado de morosos pue- de convertirse en un impedimento a la hora de encontrar trabajo, alquilar una vivienda, contratar un línea tele- fónica o, incluso, percibir ayudas pú- blicas. Por haber querido acceder a una vivienda, a un bien de primera ne- cesidad reconocido como derecho fun- damental, puede convertirse en un proscrito sin posibilidad de recupe- rarse (…) Esta grave vulneración del derecho a la vivienda implica la vul- neración de otros derechos funda- mental interdependientes, como es el derecho a la salud” (pp. 31-32), tal co- mo se ha visto en el aumento de ca- sos de suicidio por esta causa. La respuesta colectiva de la PAH al gran problema social de los des- ahucios ha conseguido logros es- pectaculares: las personas afectadas han perdido el miedo a exhibir y se han unido; la fuerza conjunta ha llegado de la capacidad de agluti- nar fuerzas para hacer frente a la todopoderosa banca, porque, como recuerda el prologuista afectado Jo- sé Coy, Joaquín el Cura, sacerdote murciano y activista de la PAH, re- za diciendo que “la banca no tiene corazón, la ciudadanía, sí”. Una ciu- dadanía que ha sabido manejar la pluralidad que atraviesa al movi- miento en cuanto a procedencias (inmigrantes y autóctonos), identi- dades, creencias y culturas. Plura- lidad que explica el gran arraigo de un movimiento tan joven que ha pasado del silenciamiento inicial mediático a situarse en el centro de la agenda social y política: a todos nos han hecho aprender lo que es la “dación en pago” y a la clase po- lítica la han puesto contra las cuer- das para hacerla cambiar la ley hi- potecaria, pese a las resistencias directas de la gran banca. Termina el prologuista afectado por la hi- poteca haciendo un llamamiento a no cejar ni un momento, dado que la realidad de las pequeñas victo- rias no debe hacer olvidar que el fi- nal del conflicto no está escrito. Sin embargo sí se han abierto las puer- tas de un cambio de época para el derecho a vivienda digna, para que la hipoteca de un bien no pueda nunca volver a hipotecar la vida de las personas. Quizá, lector, si has llegado hasta aquí, podrás felicitar a la PAH en su cuarto aniversario (29 de febrero de 2009) y podrás seguir diciendo, “sí se puede”, ¿o es que se puede hacer más en menos tiempo? 74 ACTUALIDAD LIBROS La respuesta colectiva de la PAH al gran problema social de los desahucios ha conseguido logros espectaculares: las personas afectadas han perdido el miedo a exhibir y se han unido; la fuerza conjunta ha llegado de la capacidad de aglutinar fuerzas para hacer frente a la todopoderosa banca

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